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Mostrando entradas de septiembre, 2014

Grecia: Los doce trabajos de Hércules-Heracles

Robert Graves reseña lo siguiente:  La derrota de los minias por Heracles l o   convirtió en el más famoso de los héroes; y su recompensa fue casarse con la hija mayor del rey Creonte, Megara o Megera, y que se le designase protector de la ciudad; en tanto que Ificles se casó con la hija menor. Algunos dicen que Heracles tuvo dos hijos con Megara, otros que tuvo tres, cuatro y hasta ocho. Se los llama los Alcides. c. Hera, ofendida por los excesos de Heracles, lo enloqueció. En primer lugar atacó a su querido sobrino Yolao, el hijo mayor de Ificles, quien consiguió escapar a sus violentas arremetidas; y luego, tomando por enemigos a seis de sus propios hijos, los mató y arrojó sus cuerpos al fuego, juntamente con otros dos hijos de Ificles con quienes realizaban ejercicios militares. d. Cuando Heracles recobró la razón se encerró en una habitación oscura durante varios días, evitando toda comunicación con seres humanos y, después de ser purificado por el rey Tes

DOCE TRABAJOS DE HÉRCULES: CAPTURA DEL CAN CERBERO

Para poder realizar su viaje al Tártaro, Heracles debió purificarse realizando los Misterios Eleusinos, siendo la principal razón de la creación de los Misterios Eleusinos Menores.      Una vez purificado y preparado de este modo, Heracles descendió al Tártaro desde el Ténaro laconio; o, según dicen algunos, desde la península Aquerusia, cerca de Heraclea en el Mar Negro, donde se muestran todavía las marcas de su descenso a una gran profundidad. Le guiaron Atenea y Hermes, pues siempre que, agotado por sus trabajos, llamaba desesperado a Zeus, Atenea se apresuraba a descender para consolarle. Aterrado por el ceño de Heracles, Caronte lo condujo a través del río Estigia sin vacilar, en castigo por lo cual Hades lo tuvo encadenado durante todo un año. Cuando Heracles desembarcó de la desvencijada embarcación todos los espíritus huyeron, excepto Meleagro y la gorgona de Medusa. A la vista de Medusa desenvainó la espada, pero Hermes le tranquilizó diciéndole que sólo era

DOCE TRABAJOS DE HÉRCULES: LAS MANZANAS DE LAS HESPÉRIDES

    Heracles había realizado esos diez trabajos en el término de ocho años y un mes, pero Euristeo, descontando el segundo y el quinto, le impuso dos más. El undécimo trabajo consistió en conseguir los frutos del manzano de oro, regalo de bodas de la Madre Tierra a Hera con el que ésta se había mostrado tan complacida que lo plantó en su jardín divino. Cuando un día descubrió Hera que las hijas de Atlante, las Hespérides, a quienes había confiado el árbol, hurtaban las manzanas, hizo que el dragón Ladón, siempre vigilante, se enroscara alrededor del árbol como su guardián.    Heracles, quien no sabía en qué dirección se hallaba el Jardín de las Hespérides, marchó a través de Iliria hasta el río Po, el hogar del dios marino oracular Nereo.Cuando por fin Heracles llegó al Po, las ninfas del río, hijas de Zeus y Temis, le mostraron a Nereo dormido. Él asió al viejo y venerable dios marino y, sujetándolo a pesar de sus muchas transformaciones proteicas, le obligó a profetizar c

DOCE TRABAJOS DE HÉRCULES: LOS BUEYES DE GERIONES

     El décimo trabajo de Heracles consistió en llevar los famosos bueyes de Geriones desde Eritrea sin pedirlos ni pagarlos. Geriones tenía fama de ser el hombre más fuerte del mundo. Había nacido con tres cabezas, seis brazos y tres cuerpos unidos en la cintura. Los bueyes rojos de Geriones, animales de una belleza maravillosa, estaban guardados por el pastor Euritión, hijo de Ares, y el perro bicéfalo Órtro anteriormente propiedad de Atlante nacido de Tifón y Equidna.      Cuando Heracles llegó, subió al monte Abas. El perro Ortro corrió hacia él ladrando, pero Heracles lo mató con la clava, y Euritrón, el pastor de Geriones, que corrió en ayuda de Ortro, murió del mismo modo. Luego Heracles se llevó el ganado. Menetes, que apacentaba el ganado de Hades en las cercanías —pero Heracles no había tocado este ganado— llevó la noticia a Geriones. Desafiado a combatir, Heracles arremetió contra el costado de Geriones y le atravesó los tres cuerpos con una sola flecha; pero

DOCE TRABAJOS DE HÉRCULES: EL CINTURÓN DE HIPÓLITA

    El noveno trabajo de Heracles fue conseguir para Admete, la hija de Euristeo, el cinturón de oro de Ares que llevaba Hipólita, la reina de las Amazonas. En un barco, o, según dicen algunos, en nueve, y con una compañía de voluntarios, entre los que se hallaban Yolao, Heracles se embarcó para el río Termodonte.      Cuando Heracles fue a visitar a las amazonas todas ellas habían vuelto ya al río Termodonte y sus tres ciudades eran gobernadas por Hipólita, Antíope y Melanipa. En el camino se detuvo en la isla de Paros, pero cuatro hijos de Minos, Eurimedonte, Grises, Nefalión y Filolao, se habían establecido también allí. Cuando un par de los tripulantes de Heracles desembarcaron para ir en busca de agua, los hijos de Minos los asesinaron y Heracles, indignado, mató a los cuatro y apremió a los parios de tal modo que le mandaron enviados ofreciéndole, en compensación por la muerte de los marineros, a cualesquiera dos hombres que eligiera para que fuesen sus esclavos. E

DOCE TRABAJOS DE HÉRCULES: LAS YEGUAS DE DIOMEDES

     Heracles debía, para su octavo trabajo, apoderarse de cuatro yeguas salvajes del rey tracio Diomedes quien gobernaba a los belicosos bistones y cuyos establos, en la desaparecida ciudad de Tirida, eran el terror de la Tracia. Diomedes mantenía a las yeguas atadas con cadenas de hierro a unos pesebres de bronce y las alimentaba con la carne de sus huéspedes confiados. Dos versiones de este mito:   Heracles se embarcó para Tracia y en el camino visitó a su amigo  el rey Admeto de Feras. Cuando llegó a Tirida, venció a los mozos de mulas de Diomedes y  llevó las yeguas al mar, donde las dejó en una loma a cargo de sus valido Abdero, y luego  volvió para rechazar a los bistones que corrían en su persecución. Como los otros le  superaban en número, los venció abriendo ingeniosamente un canal que hizo que el mar   inundase la llanura baja, y cuando sus enemigos se dieron media vuelta y echaron a correr, él  los persiguió, dejó aturdido a Diomedes con un golpe de s

DOCE TRABAJOS DE HÉRCULES: EL TORO DE CRETA

      Euristeo ordenó a Heracles, para su séptimo trabajo, que capturara al Toro de Creta; aunque no se conoce a ciencia cierta la naturaleza de este animal: si era el toro enviado por Zeus y que transportó a Europa a través del mar hasta Creta, o el que Minos dejó de sacrificar a Poseidón y engendró al Minotauro con Pasífae. Lo cierto es que el animal hacía estragos en Creta, especialmente en la región regada por el río Tetris, desarraigando las mieses y derribando las paredes de los huertos.     Cuando Heracles se embarcó para Creta, Minos le ofreció toda la ayuda que podía, pero él prefirió apoderarse del toro sin ayuda de nadie, aunque arrojaba llamas abrasadoras. Tras una larga lucha, consiguió llevar al monstruo a Micenas, donde Euristeo lo dedicó a Hera y lo dejó en libertad. Pero Hera, quien aborrecía un don que redundaba en la gloria de Heracles, llevó al toro primeramente a Esparta y luego, a través de Arcadia y del Istmo, a la Maratón ática, desde donde posterior

DOCE TRABAJOS DE HÉRCULES: LAS AVES ESTINFÁLIDAS

     El sexto trabajo de Heracles consistió en extirpar a las innumerables aves de pico, alas y garras de bronce, devoradoras de hombres, consagradas a Ares, quienes, asustadas por los lobos del Barranco de los Lobos en el camino de Orcómene, habían huido al Pantano de Estínfalo. Allí procreaban y andaban por el agua junto al río del mismo nombre y de vez en cuando remontaban el vuelo en grandes bandadas para matar a hombres y animales descargando una lluvia de plumas de bronce y al mismo tiempo un excremento venenoso que arruinaba las mieses. Cuando llegó al pantano, al que rodeaba un espeso bosque, Heracles se vio en la imposibilidad de ahuyentar a las aves con flechas, pues eran demasiado numerosas. Además, el pantano no parecía lo bastante sólido para que un hombre pudiera caminar por él, ni lo bastante líquido para utilizar una embarcación. Mientras Heracles permanecía en la orilla sin saber qué hacer Atenea le dio un par de címbalos de bronce hechos por Hefesto. De

DOCE TRABAJOS DE HÉRCULES: LOS ESTABLOS DE AUGÍAS

      El quinto trabajo de Heracles consistió en limpiar en un día los sucios establos del rey Augías. Euristeo se imaginaba alegremente el asco que sentiría Heracles al tener que cargar el estiércol en cestos y llevarlos lejos de allí en hombros.       Heracles saludó a Augías desde lejos y se comprometió a limpiar los establos antes del  anochecer, a cambio de la décima parte del ganado. Augías rió incrédulamente y llamó a  Fileo, su hijo mayor, para que fuese testigo del ofrecimiento de Heracles. «Jura que realizarás  el trabajo antes del anochecer», exigió Fileo. El juramento que hizo Heracles en nombre de su  padre fue el primero y el último que hizo durante toda su vida. Augías juró también que  cumpliría su parte del trato.      Por consejo del eleo Menedemo y con la ayuda de Yolao, Heracles primeramente abrió la  pared de los establos en dos lugares y luego desvió los ríos vecinos Alfeo y Penco, o Menio,  de modo que sus aguas corrieron a través de los establo

DOCE TRABAJOS DE HÉRCULES: EL JABALÍ DE ERIMANTO

    El cuarto trabajo impuesto a Heracles consistió en capturar vivo al Jabalí de Erimanto, animal feroz y enorme que frecuentaba las laderas cubiertas de cipreses del monte Erimanto y los matorrales del monte Lampea en Arcadia; y hacía estragos en la región que rodeaba a Psófide.      Antes de poder cazar al temible jabalí, Heracles sostuvo una fuerte lucha con algunos centauros. Y es que al llegar al monte Fóloe fue recibido por el centauro Folo quien se encargó de a g asajarlo con buena comida y bebida. Los otros centauros al oler el vino que se le servía a este invitado se sintieron furiosos pues éste había sido  guardado por  generaciones. Atacaron a  Heracles y muchos de ellos cayeron muertos, otros huyeron en busca de la protección de su rey Quirón y  Heracles los siguió. Mientras esto ocurría, Folo se preguntaba cómo sus parientes, siendo tan robustos e inmortales, cedieron al rasguño de una flecha así que tomó una de ellas y la examinó pero ésta se le resbaló de las

DOCE TRABAJOS DE HÉRCULES: LA CIERVA DE CERINIA

     El tercer trabajo de Heracles consistió en apoderarse de la Cierva de Cerinia y llevarla viva de Énoe a Micenas. Este animal veloz y moteado tenía patas de bronce y cuernos de oro como los de un ciervo, por lo que algunos dicen que era un ciervo. Estaba consagrada a Artemis, quien, cuando era niña, vio cinco ciervas, más grandes que toros, paciendo en las orillas del río tesalio de guijarros negros llamado el Anauro, al pie de los Mintes Parrasios; el sol centelleaba en sus cuernos. Corriendo en su persecución, se apoderó de cuatro de ellas, una tras otra, con sus propias manos, y las unció a su carro; la quinta huyó a través del río Celadón a la Colina Cerinia, tal como había previsto Hera, quien ya pensaba en los trabajos de Heracles. Dos versiones de esta cacería: Poco dispuesto a matar o herir a la cierva, Heracles realizó este trabajo sin ejercer la menor  fuerza. La persiguió incansablemente durante todo un año, y esa cacería lo llevó hasta Istria,  el País d

DOCE TRABAJOS DE HÉRCULES: LA HIDRA DE LERNA

    El segundo trabajo impuesto por Euristeo fue la muerte de la Hidra de Lerna, un monstruo nacido de Tifón y Equidna y criado por Hera como una amenaza para Heracles.       La Hidra tenía un cuerpo prodigioso parecido al del perro, y ocho o nueve cabezas serpentinas, una de ellas inmortal; pero algunos le atribuyen cincuenta, o un centenar, o inclusive diez mil cabezas. De todos modos era tan venenosa que su solo aliento, o el olor de su rastro, podía destruir la vida. Por consejo de Atenea, Heracles, obligó a la Hidra a salir arrojándole flechas ardientes y luego contuvo el aliento mientras la atrapaba. Pero el monstruo se le enroscó en los pies, en un esfuerzo para hacerlo caer. En vano le golpeaba Heracles las cabezas con su clava, pues tan pronto como aplastaba una surgían dos o tres en su lugar.       Un enorme cangrejo salió del pantano para ayudar a la Hidra y mordió a Heracles en el pie;  Heracles le aplastó furiosamente la concha y gritó pidiendo la ayuda de

DOCE TRABAJOS DE HÉRCULES: EL LEÓN DE NEMEA

     El primer trabajo que impuso Euristeo a Heracles cuando fue a residir en Tirinto fue el de matar y desollar al león de Nemea o de Cleonas, una fiera enorme con una piel a prueba del hierro, el bronce y la piedra. Varias teorías existen acerca del nacimiento de este temible león, en dos de ellos, Selene es la responsable de su nacimiento ya sea por causa de Hera o porque olvidaron rendirle el tributo que merecía.      Al llegar para cumplir con su tarea, Heracles se hospedó en casa de un pastor cuyo hijo había muerto por causa del león. Le pidió como plazo treinta días en los que intentaría vencer a la bestia, en caso de que no pudiera hacerlo, podía realizar el acostumbrado ritual de sacrificio en nombre de Hera que lo ayudaba a mantenerse a salvo.  Primeramente registró el monte Apesas, llamado así por Apesanto, un pastor al que había matado el león. Luego Heracles fue al monte Treto y al poco tiempo divisó al león que volvía a su guarida, salpicado con la sangre

Grecia: Amores y descendencia de Zeus

En la teogonía de Hesíodo: Zeus, rey de los dioses, tomó como primera esposa a Metis . Luego se casó con la brillante ' Temis , que engendró a las Horas, Eunomía, Dike y la floreciente Irene,las cuales protegen los trabajos a los hombres mortales, y a las Moiras,a las que grandísima honra otorgó el prudente Zeus, Cloto, Láquesis y Atropo, que conceden a los hombres mortales el obtener lo bueno y lo malo. Eurínome , hija de Océano, de muy agradable aspecto,le dio las tres Gracias, de hermosas mejillas, Aglaya, Eufrósina y la encantadora Talía, De sus párpados se derrama, cuando miran, el amor que desata los miembros y bajo sus cejas lanzan una bella mirada. Después fue al lecho de Deméter , que alimenta muchos seres, la cual engendró a Perséfone, de blancos brazos, a la que Aidoneo arrebató a su madre y el prudente Zeus se la devolvió. A continuación se enamoró de Mnemósine , de hermosa cabellera, de la que nacieron las nueve Musas de diadema de oro, a las que ag

Grecia: Zeus y Hera

     El amor de Zeus y Hera distaba mucho en el tiempo, antes de la boda. Según Homero, estos dos niños no tardaron en descubrir el amor clandestino, “se unieron en el lecho a espaldas de sus padres”, que dicho sea de paso, también eran hermanos. Zeus hizo el amor con Hera durante 300 años antes de la boda formal. Su lecho oculto era el río Imbraso. Sin fatigarse jamás, el mundo les era ajeno. Zeus aún no lo gobernaba durante esta desaforada infancia amorosa, tal vez fue el único momento de la relación en que Zeus le fue fiel.     La boda sagrada se celebró, según algunos, en el“ Jardín de las Hespérides”, el lugar de la eterna primavera. Pero según Homero se celebraron en la cumbre del Ida o bien en la cumbre del Gargaro. Según la costumbre del dios, duraron nueve días con sus noches. La tierra hizo crecer para la ocasión un tapiz de flores espeso y blando que los elevó del piso, un lecho artificial que fue rodeado por una nube dorada para preservar la unión de los ojos ajeno