Dadhyañc, hijo del sacerdote Atharvan, conocía el aguamiel de Tvastr. Los Ásvines oyeron sobre esto y fueron a visitarlo, entonces, le pidieron ser sus discípulos y cuando este preguntó qué era aquello que deseaban aprender le pidieron que develara aquel secreto, el secreto que los haría dueños del Soma. Dadhyañc recordó las palabras de Indra, el rey de los dioses, que le amenazó de cortarle la cabeza si alguien más conocía aquella fórmula, así que rechazó su petición.
Los Ásvines insistieron, jurándole protección al hijo de Atharvan. Le prometieron lo siguiente: Una vez que nos aceptes como discípulos, nosotros te cortaremos la cabeza. Te colocaremos en su lugar una de caballo y protegeremos la tuya propia. De esa manera, nos enseñarás con la cabeza de caballo y cuando Indra venga te cortará esa cabeza y luego nosotros repondremos la tuya, nuevamente. Y así sucedió realmente.
Indra al saber que Dadhyañc había enseñado el secreto le cortó la cabeza de caballo y los Ásvines repusieron su cabeza original.
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Mito recolectado por: Wendy Doninger O´Flaherty.
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