DOCE TRABAJOS DE HÉRCULES: EL LEÓN DE NEMEA Ir al contenido principal

DOCE TRABAJOS DE HÉRCULES: EL LEÓN DE NEMEA




     El primer trabajo que impuso Euristeo a Heracles cuando fue a residir en Tirinto fue el de matar y desollar al león de Nemea o de Cleonas, una fiera enorme con una piel a prueba del hierro, el bronce y la piedra.

Varias teorías existen acerca del nacimiento de este temible león, en dos de ellos, Selene es la responsable de su nacimiento ya sea por causa de Hera o porque olvidaron rendirle el tributo que merecía.

     Al llegar para cumplir con su tarea, Heracles se hospedó en casa de un pastor cuyo hijo había muerto por causa del león. Le pidió como plazo treinta días en los que intentaría vencer a la bestia, en caso de que no pudiera hacerlo, podía realizar el acostumbrado ritual de sacrificio en nombre de Hera que lo ayudaba a mantenerse a salvo. Primeramente registró el monte Apesas, llamado así por Apesanto, un pastor al que había matado el león. Luego Heracles fue al monte Treto y al poco tiempo divisó al león que volvía a su guarida, salpicado con la sangre de la matanza del día. Le lanzó una andanada de flechas, pero rebotaron en la espesa piel sin hacerle daño y el león se lamió las quijadas y bostezó. Luego Heracles utilizó la espada, que se dobló como si hubiera sido de plomo; finalmente levantó la clava y descargó con ella tal golpe contra el león en el hocico que el animal se introdujo en su cueva de doble boca sacudiendo la cabeza, no a causa del dolor, sin embargo, sino porque le zumbaban los oídos. Heracles, lanzando una triste mirada a su clava rota, cubrió con una red una de las entradas de la cueva y se introdujo en ella por la otra. Habiéndose dado cuenta de que el monstruo era inmune a todas las armas, se puso a luchar con él a brazo partido. El león le arrancó un dedo de un mordisco, pero, tomando su cabeza debajo del brazo, Heracles lo apretó hasta estrangularlo.


Llevando el cuerpo de la fiera en los hombros, Heracles volvió a Cleonas, adonde llegó al cabo de treinta días, y encontró a Molorco a punto de ofrecerle un sacrificio de héroe; en su lugar, ofrecieron juntos un sacrificio a Zeus Salvador. Una vez hecho eso, Heracles se cortó una nueva clava y, llevó el cuerpo del león a Micenas.

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Resumen realizado en base al libro: Mitos griegos II, Robert Graves con fines didácticos.

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